El saqueo ambiental por parte de las empresas generadoras de energía obedece a las escasas soluciones por parte del estado de una política equilibrada del desarrollo energético del país. Mas del 80% de los derechos de agua están en manos de empresas privadas como ENEL (Endesa) y Colbun, las cuales hacen sus negocios a costos muy bajos vendiendo su energía principalmente al sector minero en donde también es conocido su efecto medioambiental y social.
Aquí en el rio Bio Bio nuevamente estamos frente a un proceso silencioso que lleva a pensar sobre la complicidad entre el Estado y la Empresa privada, un modelo ya utilizado en otros proyectos privados de inversión que avanzan sin importar las consecuencias sociales o ambientales que se desprendan de ellos.
Proyectos como Pascua Lama o el emblemático Hidroaysen son hoy apoyados por el estado en su afán sacar dinero de todo lo que tenga a su alcance, dinero que finalmente es derivado a las arcas privadas de los grandes grupos económicos que controlan la política del país.
Hoy día las comunidades que han vivido por siempre en armonía con su entorno ya sea de la crianza de ganado, la agricultura o una mezcla de actividades a pequeña escala, son forzadas a ingresar a un sistema consumista y dependiente de los grandes poderes que se han instalado silenciosamente en sus territorios a extraer los recursos naturales para ser convertidos en dinero.
Creemos en un desarrollo que permita a los actores locales contribuir a decidir en parte por los destinos y administración de los bienes y recursos que disponen y en el respeto mutuo a decidir el destino de cada uno de nosotros...
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